Los padres son los primeros y obligados educadores de sus hijos. Lo que los hijos no aprendan en casa, en ningún lugar lo harán.
La Iglesia nos dice que «puesto que los padres han dado la vida a los hijos, están gravemente obligados a la educación de sus hijos y, por tanto, ellos son los primeros y obligados educadores». Con ello, se nos recuerda que por ser padres tenemos la gran responsabilidad de educar a los hijos. «¡Que los eduquen en la escuela! ¡Que los eduque su mamá!» pueden ser algunos comentarios que escuchemos por muchos lugares. Sin embargo, la responsabilidad de educarlos es de los dos, de papá y de mamá. Todos los demás que estén alrededor de la familia, como la escuela, la parroquia, ayudarán a los padres en esa gran responsabilidad que tienen.
Etc. etc.