
- EP/The Washington Post
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió a un grupo de legisladores la semana pasada de que su departamento está rastreando la posibilidad de que Azerbaiyán pronto invada Armenia, según fuentes autorizadas.
La advertencia de Blinken muestra la profunda preocupación en la administración por las operaciones de Azerbaiyán contra una región separatista en el oeste del país y la posibilidad de que el conflicto se extienda.
El presidente azerí, Ilham Aliyev, ha pedido a Armenia que abra un “corredor” a lo largo de su frontera sur, para que Azerbaiyán continental se una con otro enclave suyo que limita con Turquía e Irán. Si no se hace así, Aliyev ha amenazado con resolver la cuestión «por la fuerza».
En una llamada telefónica de 3 de octubre, los legisladores presionaron a Blinken para que tomase medidas contra Aliyev en respuesta a la invasión de Artsaj/Nagorno-Karabaj en septiembre.
Blinken respondió que el Departamento de Estado estaba buscando vías para comunicarse con Azerbaiyán, y añadió que existe la posibilidad de que Azerbaiyán invada el sur de Armenia en las próximas semanas.
Blinken expresó su confianza en las conversaciones diplomáticas en curso entre Armenia y Azerbaiyán a los legisladores demócratas, entre ellos Nancy Pelosi, Anna Eshoo de California, y Frank Pallone de Nueva Jersey.
Cada año desde 2002, Estados Unidos mantiene una prohibición de ayuda militar a Azerbaiyán en virtud de la sección 907. La exención caducó en junio y el Estado no había proporcionado previamente ninguna explicación de por qué aún no había solicitado una renovación. Eso ha envalentonado a Azerbaiyán, y a la luz de los últimos acontecimientos Estados Unidos se ha replanteado continuar con la prohibición.
La incursión militar de Azerbaiyán en Artsaj el mes pasado provocó la huida de más de 100.000 personas.
Pero Azerbaijan no se va a conformar y Bakú ya ha propuesto una ruta hacia el enclave de Nakhichevan que debe atravesar la región de Syunik, en el sur de Armenia.