El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, ha decretado jueves el estado de excepción a nivel nacional por 60 días tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en un mitin electoral en Quito.
El estado de excepción implica el despliegue de militares en las calles para apoyar la labor de la Policía, y la suspensión de algunos derechos fundamentales como la libertad de reunión y la inviolabilidad del domicilio.
El ministro de Defensa de Ecuador, el general Luis Lara, ha confirmado que el despliegue ya ha comenzado por todo el país. «Es preciso entender que las mafias le han declarado la guerra al Ecuador y que el Estado y las Fuerzas Armadas responderán con todo su poder para enfrentar a los asesinos, a sus cómplices, a los que los financian, a los que los protegen», ha declarado ante los medios de comunicación.
Villavicencio, periodista y candidato por el Movimiento Construye, fue asesinado a tiros este miércoles a la salida de un acto de campaña. El Ministerio de Interior ha culpado a unos «sicarios», uno de los cuales ha muerto. Hay además seis detenidos.
En su primera reacción en redes sociales, Lasso ha mostrado su «consternación» y ha asegurado que el crimen «no quedará impune».