El bloque de países de África Occidental dio el jueves el primer paso para una posible intervención armada contra los golpistas, que acusan a Francia de estar detrás de la iniciativa
La tensión aumenta entre el nuevo régimen militar de Níger y sus países vecinos, que ha dado el primer paso para una posible intervención armada con el fin de restituir en el poder al derrocado presidente Mohamed Bazoum. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) aprobó el jueves activar una «fuerza de reserva» en el país después de que venciera el ultimátum del domingo para que la junta militar diera marcha atrás, si bien aseguró seguir apostando por el diálogo.
Miles de simpatizantes de los golpistas se manifestaron el viernes contra los países de la Cedeao y Francia, que apoya la iniciativa de desplegar fuerzas, igual que Estados Unidos, pero que de momento mantiene silencio sobre su eventual colaboración.
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El cronograma y los términos de una posible intervención militar del bloque de 15 países en Níger no han sido revelados. De momento, el grupo ha activado un grupo de trabajo con tropas de toda la región para una posible intervención. Según el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, cuyo país contribuirá a esta «fuerza de reserva», debería poder intervenir «lo antes posible».
Sin embargo, una reunión que debía celebrarse este sábado en Accra para informar a sus líderes «de las mejores opciones» para dar seguimiento a su decisión ha sido aplazada indefinidamente por «razones técnicas», según fuentes militares regionales.
Entre tanto, una delegación de la junta militar nigerina viajó este viernes a Mali para reunirse con la junta militar en este país, en una segunda visita de los militares nigerinos al país vecino después de tomar el poder tras el golpe de Estado del pasado 26 de julio. Desde entonces, la autodenominada Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP) ha viajado a Mali y a Burkina Faso, dos países que han mostrado su apoyo al país vecino y han denunciado sanciones y las amenazas de la acción militar de la Cedeao. Ambos están bajo la órbita de Rusia y el Grupo Wagner.
Lo que está en juego no es solo el destino de Níger, un importante productor de uranio y un aliado occidental clave en la lucha contra los islamistas, sino también las preocupaciones de las potencias mundiales con intereses estratégicos clave en la zona semidesértica.
Las tropas estadounidenses, francesas, alemanas e italianas están estacionadas en Níger para repeler a los afiliados locales de Al Qaeda y el Estado Islámico que han matado a miles y desplazado a millones en todo el Sahel. Las potencias occidentales temen que la influencia rusa pueda fortalecerse si la junta en Níger sigue el ejemplo de Malí al expulsar a las tropas occidentales e invitar a mercenarios del Grupo Wagner de Rusia
Mientras tanto, la Unión Africana, la Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas aseguraron estar cada vez más preocupados por las condiciones de detención de Bazoum y su familia, cautivos en el palacio presidencial. Su hija, que se encontraba de vacaciones en Francia cuando se produjo el golpe, reveló a The Guardian que sus allegados no contaban con electricidad.